“No vine a la escuela porque no tenía nada qué comer”, niño a su maestra de primaria
Publicado en el Efecto Cocuyo
La maestra del tercer grado del colegio San Judas Tadeo, ubicado en El Valle, Caracas, salió ese día del salón de clases para que los niños no la vieran llorar. Minutos antes, había visto cómo uno de sus alumnos partió su arepa por la mitad y se la dio a un compañerito que no llevó desayuno. “Los niños son muy solidarios frente a esta situación“, aseguró Yelitza Hernández, directora del centro educativo. Cada día, contó, hay más pupitres vacíos a causa de la escasez de alimentos en las loncheras.
El hambre ha calado en las listas de asistencia. Antes, dijo Hernández, los niños no traían desayuno porque sus mamás se levantaban tarde y no les daba chance de prepararlo. Ahora, las excusas cambiaron: “Mi mamá no pudo bachaquear“, “cuando llegamos al final de la cola ya no había comida” y “no vine a la escuela porque no tenía nada que comer en la casa” se convirtieron en las respuestas más frecuentes para los maestros.